La región de Madre de Dios aislada
Madre de Dios es una región del Perú con características
únicas y excepcionales. Tiene una superficie boscosa de selva amazónica de unas 8.5
millones de hectáreas (85 mil km2), un poco más grande que Austria, o 1.6 veces
la superficie de Costa Rica, que a lo largo de la historia colonial
y republicana ha permanecido en un estado de semi aislamiento. En la década del
70 se termina de conectar Madre de Dios a las regiones de Puno y Cusco a través
de una carretera de tierra la cual se veía constantemente afectada por
derrumbes y caídas de puentes pudiendo bloquear el paso por varias semanas. No
fue hasta el año 2006, que el Gobierno Peruano culminó la pavimentación y mejoramiento
de 2.586 km de carreteras entre la población de Iñapari en la frontera de Madre
de Dios con Brasil, y los puertos de la costa sur peruana.
En gran medida, este
aislamiento, permitió que en Madre de Dios, se conservará una gran riqueza
natural, altísima biodiversidad, con fauna y flora muy carismática,
paisajes y ecosistemas en excelente estado de conservación. 45 % del área de Madre de Dios, unas 3.8
millones de hectáreas están protegidas por el estado a través de Áreas
Nacionales Protegidas (ANPs). Las más visitadas son la Reserva Nacional
Tambopata y el Parque Nacional del Manu. En estas ANPs se encuentran poblaciones
saludables de jaguares, tapires, nutrias de río y águilas arpías, por nombrar
algunas de las especies más espectaculares.
¿Cómo llegar?
Puerto Maldonado, la capital de la provincia de Tambopata
donde se ubica el Aeropuerto Internacional Padre Aldamiz, es la vía más cercana
y de menor costo para ingresar a la Reserva Nacional Tambopata (RNT). Venir a
Tambopata es la extensión más popular entre los viajeros del circuito turístico
sur. Basta tomar uno de los 5 vuelos comerciales diarios para llegar a Puerto
Maldonado, con solo 40 minutos de viaje
desde Cusco. El 2016, más de 50 mil
turistas visitaron esta importante Reserva[1].
El número de visitantes a la RNT casi se ha triplicado en una década[2]
y los visitantes nacionales pasaron de 250 en el 2006 a más de 7 mil el 2016.
El Manu
Si bien el Parque Nacional del Manu, es una de las áreas
protegidas más famosas del mundo, su acceso por carretera desde Cusco vía
Paucartambo, es mucho más largo y costoso. Esto no quiere decir que el destino
del Manu no sea importante, sobre todo si consideramos que el valle de
Koshnipata, la entrada del antisuyo a través del Camino Inca o Qhapac ñan, es uno
de los recorridos carreteros más impresionantes, con hermosos paisajes, muy
alta biodiversidad y una de las mejores rutas para la observación de aves
(avi-turismo) en el mundo. Sin embargo, por temas logísticos y de tiempo, el
Manu difícilmente podrá competir con el acceso rápido y más barato a la Reserva
Nacional Tambopata. De acuerdo con el SERNANP[3],
el Manu recibe unos 9 mil turistas al año, cifra muy por debajo de los ingresos
a Tambopata, sin embargo, por su riqueza natural y cultural seguirá siendo un
destino muy atractivo, sobre todo para el visitante con mayor disponibilidad de
tiempo.
El potencial
turístico
Existen por lo menos tres razones principales por las cuales
Madre de Dios cuenta con un extraordinario potencial turístico que a la fecha todavía
no se ha desarrollado a plenitud: como hemos visto, Madre de Dios tiene una muy alta diversidad biológica y cultural,
representada en grandes Áreas Naturales Protegidas (ANPs) con un alto grado de
conservación y en diversidad de Comunidades Nativas, grupos lingüísticos y
territorios ancestrales. Segundo, Madre de Dios es el destino de selva que
tiene el acceso más cercano desde Cusco
y Macchu Picchu, que es la primera plaza de turismo del país. Tercero,
existe una política forestal donde es posible a los privados manejar áreas bajo concesión con fines de ecoturismo y
conservación. Ley Forestal y de Fauna Silvestre han permitido la creación
de Concesiones Forestales con fines de Ecoturismo, Conservación y Áreas de
Conservación Privada. En Madre de Dios existen 25 Concesiones para Ecoturismo
(casi 50 mil ha), y 13 Concesiones para Conservación que superan las 170 mil
hectáreas y finalmente de una decena de pequeñas Áreas de Conservación Privada
(400 hectáreas).
El ecoturista
El turista que llega a Puerto Maldonado o que ingresa al
Manu por Cusco, llega para visitar la
biodiversidad amazónica, y esperan no solo poder observar fauna y flora, sino que también su visita pueda beneficiar a la conservación de la
naturaleza y a las comunidades locales. Este tipo de turismo se conoce como
Ecoturismo y es el principal tipo de
turismo que recibe Madre de Dios, aunque también existen algunos que
quieren conocer la cultura de los pueblos indígenas por lo que algunos de los
visitantes se pueden catalogar como Etno-ecoturistas.
La mayoría de turistas extranjeros que llegan a Madre de
Dios ya adquirieron un paquete turístico en su país de origen, es decir, muy pocos llegan a la ciudad de Puerto
Maldonado y deciden que hacer a partir de ahí. Es por esta razón que la mayoría
de turistas extranjeros que arriban a Puerto Maldonado no se quedan en la
ciudad sino que viajan inmediatamente a alguno de los albergues turísticos
ubicados principalmente sobre el rio Madre de Dios y el rio Tambopata en la
Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Sin embargo, esto viene cambiando en los últimos años,
dado el crecimiento de la oferta hotelera de la ciudad de Puerto Maldonado
y el súbito aumento del visitante nacional a la región. Si bien todavía la
mayoría de visitante llegan a albergues de mediano y alto costo, cada vez se más
se abren nuevas alternativas cercanas a la ciudad de Puerto Maldonado, que
permiten al visitante de presupuesto medio y bajo, realizar diversas actividades como la observación de aves y mariposas,
hacer caminatas y paseos en bicicleta, paseos por el rio en kayac, caminar por
puentes colgantes, lanzarse por una tirolesa, probar comida típica de la
región, hacer yoga, etc.
¿Cuántos turistas van
a Madre de Dios?
El ecoturismo en Madre de Dios y especialmente en la
provincia de Tambopata viene creciendo de forma constante y se presenta como
una gran oportunidad de desarrollo verde. De acuerdo con Kirkby et al. (2011)[4],
el año 2005, el ecoturismo generó 11.8 millones de dólares de los cuales, 3.8
millones fueron gastados directamente en la región. De acuerdo con este mismo
autor, el 2005 arribaron a Tambopata 39,565 turistas. Es decir cada turista
dejo unos 96 US$ en Madre de Dios. Si extrapolamos este valor al año 2016 donde
se estima que llegaron 80 mil turistas, los ingresos a la región de Madre de
Dios superarían los 7.6 millones de US$ por año. Si bien esta suma parece
importante, no es todavía significativa para la economía de la región, sobre
todo si lo comparamos con el destructivo avance de la actividad minera ilegal e
informal.
Las amenazas latentes
al turismo
La minería aurífera
ilegal e informal es sin duda la
mayor amenaza a la actividad del turismo sostenible en la región de Madre
de Dios. Su rápido avance en la
última década, ha desplazado a la agricultura y ganadería como principal impulsor de la deforestación. A esto, se suma el
agravante del derrame de mercurio
utilizado de forma irresponsable el cual
ingresa a la cadena alimenticia convirtiéndose
en un importante problema de salud
pública. Si bien el Estado Peruano y algunas organizaciones no
gubernamentales vienen luchando para
eliminar la minería ilegal y mitigar los impactos de la minería informal,
todavía se está lejos de una solución
que implique un aprovechamiento ordenado, sin contaminación con mercurio, con
cierre de mina adecuado, restauración ecológica, sin trata de personas, crimen
y recaudación de impuestos. Si bien la actividad turística se realiza en zonas
donde casi no se observa minería, la
amenaza sigue latente, sobre todo porque la imagen internacional de Madre de Dios, como lugar prístino, lleno
de fauna silvestre puede ser afectada
severamente. Esto acompañado de los
eventos de violencia que se producen en las zonas mineras, son factores que
pueden poner en peligro el crecimiento
sostenido que viene mostrando en turismo en Madre de Dios. Afortunadamente,
existen suficientes evidencias que señalan que el turismo ha logrado posicionarse en lugares donde la minería no ha
podido entrar. El turismo viene generando
una masa crítica de personas e intereses que pueden influir en los
tomadores de decisiones para proteger
esta actividad. Estos intereses van más allá de las empresas pioneras de
más recursos ya que ahora, incluyen por ejemplo a comunidades nativas que vienen implementando el ecoturismo como una
actividad importante para su desarrollo.
Además, organizaciones como el Centro de
Innovación Científica Amazónica- CINCIA, viene trabajando para reducir los impactos de la minería informal
desarrollando tecnología para la recuperación de las áreas afectadas y la
eliminación del mercurio en la cadena productiva. Si bien, la batalla no está
ganada, el constante crecimiento del ecoturismo en la región de Madre de Dios
es una clara muestra que se sigue
apostando por una actividad que viene mejorando la calidad de vida de la
población local, conservando el bosque y la biodiversidad, y generando
divisas a nuestro país.
[1]
Dato obtenido de MINCETUR.
[2] 17
mil turistas visitaron la RNT en el 2006
[3]
Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas
[4] Kirkby, C. et al. 2011. Closing the
ecoturism-conservation loop in the Peruvian Amazon. Environmental
Conservation 38(1):6-17.
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